lunes, 1 de agosto de 2011

HISTORIA

Los primeros datos sobre el deterioro de la capa de Ozono se remontan al año 1982, cuando se publicaron los va1ores sobre la co1umna de ozono obtenido por la estación japonesa de Show en la Antártida. Los niveles de la columna de ozono, registrados desde el año 1964 indicaban que a partir del año 1975 ésta presentaba un debilitamiento evidente. Más tarde otras estaciones ubicadas también en el continente Antártico darían a conocer resultados similares. Todas coincidían en que e1 deterioro comenzó en la década de los setenta. El daño de la capa registrado en la Antártida aparecía en todas las estaciones al comienzo de la primavera austral y mostraba por aquellas fechas una corta duración y un rápido restablecimiento.

DESTRUCCIÓN DE LA CAPA DE OZONO, CAUSAS Y CONSECUENCIAS

La destrucción de la capa de ozono es uno de los problemas ambientales más graves que debemos enfrentar hoy día. Esta es responsable de muchos problemas de salud a nivel mundial y de perjudicar la producción agrícola.
Durante los últimos años, la capa de ozono, se ha debilitado formando un verdadero agujero, que en algunos sectores ha producido disminuciones de hasta el 60% en la cantidad de ozono estratosférico. Ha quedado demostrado que el responsable número uno de este desgaste es el uso de diferentes componentes químicos producidos por el hombre, los clorofluorocarburos (CFC) de productos, como los aerosoles, disolventes, proferentes (gas utilizado para impulsar las sustancias contenidas en los aerosoles) y refrigerantes. La acción de estos gases en la Estratosfera libera átomos de cloro (Cl) a través de la radiación UV sobre sus enlaces moleculares; cada átomo de Cl destruye miles de moléculas de Ozono transformándolas en moléculas de di oxígeno. Otros compuestos que afectan la capa de ozono por contener cloro (Cl) son el metilcloroformo (solvente), el tetra cloruro de carbono (un químico industrial) y sustancias que contengan bromo (Br), como los harones, utilizados para extinguir el fuego.

El ozono, ubicado en la Estratosfera como capa entre 15 y 30 km. de altura, se acumula en la atmósfera en grandes cantidades, y se convierte en un escudo que nos protege de la radiación ultravioleta que proviene del sol haciendo posible la vida en la Tierra.

El nivel excesivo de la radiación UV que llegue a la superficie de la Tierra puede perjudicar la salud de las personas, presentando enfermedades como: aparición de cáncer de piel; lesiones en los ojos que producen: cataratas, la deformación del cristalino o la presbicia (vista cansada) y deterioro del sistema inmunológico (defensas naturales del cuerpo), influyendo de forma negativa sobre la molécula de ADN donde se ven afectadas las defensas del cuerpo, las cuales generan un aumento en las enfermedades infecciosas, que pueden aumentar tanto en frecuencia como en severidad, tales como: sarampión, herpes, malaria, lepra, varicela.
Cualquier aumento de la radiación UV que llegue hasta la superficie de la Tierra tiene el potencial para provocar daños al medio ambiente y a la vida terrestre.  Los óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre y fosfatos son los principales causantes de las alteraciones atmosféricas, entre las que el agujero de ozono y el efecto invernadero son importantísimos. La lluvia ácida ha aniquilado el 50% de los árboles de extensas regiones de Europa, el smog y la eutrofización (enriquecimiento en nutrientes de un ecosistema) han asesinado la diversidad biológica de ríos, lagos y mares interiores.
El aumento de la radiación UVB además provocaría cambios en la composición química de varias especies de plantas, cuyo resultado sería una disminución de las cosechas y perjuicios a los bosques. Dos tercios de las plantas de cultivo y otras sometidas a pruebas de tolerancia de la luz ultravioleta demostraron ser sensibles a ella. Entre las más vulnerables se incluyeron las de la familia de los guisantes y las habichuelas, los melones, la mostaza y las coles; se determinó también que el aumento de la radiación UVB disminuye la calidad de ciertas variedades del tomate, la patata, la remolacha azucarera y la soja.

Casi la mitad de las jóvenes plantas de las variedades de coníferas con las que se experimentó fue perjudicada por la limitando el crecimiento de algunas plantas (por ejemplo el centeno, el maíz y el girasol). Sin embargo, es difícil hacer predicciones cuantitativas ya que otros factores ambientales entran en juego.

De igual manera, la radiación UVB afecta la vida submarina y provoca daños hasta 20 metros de profundidad, en aguas claras. Es muy perjudicial para las pequeñas criaturas del plancton, las larvas de peces, los cangrejos, los camarones y similares, al igual que para las plantas acuáticas. Puesto que todos estos organismos forman parte de la cadena alimenticia marina, una disminución de sus números puede provocar asimismo una reducción de los peces. La investigación ya ha demostrado que en algunas zonas el ecosistema acuático está sometido a ataque por la radiación UVB cuyo aumento podría tener graves efectos perjudiciales.

Los países que dependen del pescado como una importante fuente alimenticia podrían sufrir consecuencias graves. Al mismo tiempo, una disminución en el número de las pequeñas criaturas del fitoplancton marino despojaría a los océanos de su potencial como colectores de dióxido de carbono, contribuyendo así a un aumento del gas en la atmósfera y al calentamiento global consecuente.

Esta destrucción constituye la prueba más clara y contundente de que el nivel de civilización de la humanidad ha llegado ya a un punto en que es capaz de influir sobre la naturaleza de una manera global, por encima de mares, ríos y fronteras.  La Tierra y sus habitantes tienen mucho en juego en la preservación del frágil escudo de la capa de ozono. Pero inconscientemente hemos venido sometiendo a la capa de ozono a ataques escondidos y constantes. Sin embargo podemos cobrar ánimos, ya que ha motivado a la comunidad internacional a acordar medidas prácticas para protegerse de una amenaza común. Entre las medidas de conservación preventivas que podremos tomar, podemos mencionar las siguientes: no quemar basura ni desperdicio, arborizar las laderas de las sierras y terrenos baldíos, afinación periódica de vehículos automotores, formación de una conciencia ecológica, desarrollo de nuevos procesos industriales y fuentes de energía no contaminantes.


RECOMENDACIONES
Exhortamos a cada uno de los seres humanos a cuidar los recursos naturales y a tratar de disminuir la gran contaminación que enfrenta el mundo hoy en día.
Si nos reunimos todos, y cada quien pone su granito de arena por más insignificante que parezca seguramente podríamos acabar con las grandes amenazas que enfrenta nuestra Capa de Ozono, o mejor dicho nuestra posibilidad de habitar el planeta tierra; porque sin la Capa de Ozono sería imposible la vida en nuestro planeta.

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