lunes, 1 de agosto de 2011

LA DESTRUCCIÓN DE LA CAPA DE OZONO

La capa de ozono se encuentra en la estratosfera, donde el ozono actúa como amigo, y desempeña un rol muy importante para toda la vida en la Tierra. Absorbiendo los dañinos rayos ultravioleta del Sol, la capa de ozono evita que éstos lleguen a la Tierra y dañen a los seres vivos. Hoy en día la capa de ozono está en peligro debido a que ciertas sustancias químicas, que dañan a la capa de ozono, son usadas y  desechadas indiscriminadamente.

Se trata especialmente de los  clorofluorocarbonos (CFC) que son compuestos químicos utilizados en los aerosoles,
Refrigerantes, materiales de  espuma sintética, detergentes y solventes de pintura. Al escapar estas sustancias al aire, suben hasta la capa de ozono en la estratosfera donde destruyen las moléculas de ozono. Como estas sustancias se quedan mucho tiempo allá, una molécula de ellas puede destruir a hasta 100000 moléculas de ozono. De esta manera la capa de ozono está adelgazando más y más, así que ya no logra desempeñar por completo su importante rol.
CARACTERÍSTICAS DEL OZONO

Se puede detectar durante las tormentas y cerca de equipos eléctricos de alto voltaje o que produzcan chispas. Es el caso de muchos motores eléctricos (por ejemplo, en las batidoras o en juguetes con un pequeño motor) cuando se producen las chispas en los contactos de las escobillas se produce ozono que podemos oler al acercarnos.
El ozono puede condensarse y, en este estado, se presenta como un líquido de color azul índigo muy inestable.
Si se congela lo podemos observar como un sólido de color negro-violeta. En estos dos estados es una sustancia muy explosiva dado su gran poder oxidante.
Su estado natural es el gaseoso y se encuentra en el aire, cerca de la superficie de la Tierra, en muy pequeñas cantidades, en una proporción aproximada de 20 partes por mil millones (ppmm) y en verano puede llegar a subir hasta las 100 ppmm.
En su estado puro es de color azul. Cuando se enfría a 162º K (punto de ebullición), el ozono forma un líquido azul oscuro que es explosivo en virtud de la tendencia espontánea del ozono para descomponerse en oxígeno.
Si se lo enfría para llegar a los 251,4 ºC bajo cero (punto de fusión), es un sólido de color violeta negruzco.
Se descompone en presencia de Cloro y oxida a la mayor parte de los metales. Es más estable a altas temperaturas, y es muy peligroso ya que en ciertas concentraciones es violentamente explosivo.
Es más pesado y activo que el oxígeno. También es más oxidante, razón por la cual se lo utiliza como desinfectante y germicida, debido a la oxidación de las bacterias que este efectúa. Se ha utilizado para purificar agua, destruye la materia orgánica, o el aire en hospitales, submarinos, etc.
Puesto que la oxidación de compuestos coloreados suele dar lugar a compuestos incoloros, el ozono se utiliza como agente blanqueador para ceras, almidón, grasas y barnices.
Cuando se agrega en pequeñas cantidades al aire, el ozono elimina los olores, pero se debe utilizar con cuidado y en concentraciones muy bajas puesto que irrita los pulmones.
Aunque el ozono fue estudiado por Marignac, Becquerel y Fremi, no se determinó su estructura hasta 1863 cuando J. L. Soret demostró que se trataba de una forma alotrópica del oxígeno (O3). Su molécula está formada por tres átomos de oxígeno unidos con una geometría angular. De aquí deriva su nombre científico: trioxígeno.

FUNCIÓN

      La capa de ozono tiene como función reducir las radiaciones ultravioletas (UV) a la tierra. Estas radiaciones son perjudiciales para la salud humana (alteración del sistema inmunológico, riesgo de contraer cáncer de piel y cataratas) y para la vida animal y vegetal (reducción de los ritmos de crecimiento).
En la superficie de la tierra, el ozono resulta perjudicial para la vida, pero en la estratosfera, a una distancia entre 15 y 50 kilómetro, forma una verdadera capa protectora de los rayos ultravioletas provenientes del sol, ya que actúa como una pantalla que filtra dichos rayos; por lo que ésta es, indudablemente su función específica en la estratosfera, que es donde se encuentra en estado natural y es allí donde absorbe las peligrosas radiaciones ultravioletas provenientes del sol, mientras que deja pasar la luz visible para soportar la producción de las plantas que forman la base de las cadenas alimenticias.

IMPORTANCIA DEL OZONO

La estratósfera se extiende desde 9 a 48 kilómetros sobre la superficie terrestre y contiene altas concentraciones de ozono. El ozono es un compuesto inestable de tres átomos de oxígeno y entre sus funciones está proteger el planeta.
Su importancia radica en que protege la vida terrestre del peligro de los rayos ultravioletas, lo que permite la existencia de vida en todo el planeta. Hasta donde se sabe, es exclusivo de nuestro planeta. Si desapareciera, la luz ultravioleta del sol esterilizaría la superficie del globo y aniquilaría toda la vida terrestre.
Sin embargo, desde la década del '70, los científicos han observado un agujero temporal abierto sobre la Antártida durante varios meses en el invierno y la primavera en el hemisferio sur. A principios de los 90 este agujero fue descubierto también sobre el Polo Norte.

     De acuerdo a las investigaciones de los científicos, la capa de ozono está amenazada por la presencia de algunas sustancias químicas en la atmósfera, como el cloro, y los contaminantes resultantes de la actividad humana, como los clorofluoro carbonos, compuestos que contienen carbono, flúor y cloro, también llamados CFC.
Rechazados por el protocolo de Montreal en 1987, los CFC eran muy utilizados anteriormente en los aerosoles y los refrigeradores. Son productos inertes, pero los rayos ultravioletas en altitud de la atmósfera los descomponen.
Luego de que los investigadores corroboraron la existencia de este agujero a finales de los años 70, a mediados de los 80 los países ya habían suscrito la Convención de Viena para la protección de la Capa de Ozono, y en 1987 se propuso a todas las naciones suscribir el Protocolo de Montreal.
Este protocolo impulsa la reducción en las emisiones de los gases clorofluoro carbonos, que provocan reacciones dañinas para la capa de ozono. Esos gases están presentes en la vida diaria. Sirven, por ejemplo, para bajar las temperaturas en los refrigeradores, de los aires acondicionados o para fabricar aerosoles.
No obstante, los países que firmaron en primera instancia el Protocolo de Montreal, hace 17 años, no previeron que los países que utilizaban CFC buscarían resolver su problema con una alternativa de menor costo.
Sucede que las sustancias que reemplazaron el CFC son menos dañinas para la capa de ozono, pero no evitan el calentamiento global. Estos productos - llamados HFCF-22- también actúan como una capa reflectora en la atmósfera que atrapa el calor del mismo modo que lo hace un invernadero.

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